Una relación se considera tóxica cuando existe un desequilibrio de estatus/poder entre ambos miembros de la relación, es decir, uno de los dos asume más control y poder sobre la relación que el otro.
Incluso, es posible que pueda existir cierto chantaje/manipulación emocional de un miembro hacia el otro, lo que termina produciendo sentimiento de culpa y con ello, dificultad para tomar la decisión de salir de la relación.
Para poder superar una relación tóxica y/o salir de ella, en los casos en los que aún se siga dentro, es importante conocer cuales son las posibles causas que hacen que una relación deje de ser sana.
Posibles señales
Chantaje emocional en una relación tóxica
Es muy común el rol de víctima en la persona que ejerce el chantaje emocional, lo que acaba generando en la otra persona un sentimiento de culpabilidad.
Suelen utilizar el chantaje de forma habitual, amenazando con que si las cosas no salen como quiere o espera habrá una repercusión (“estoy mejor sin ti”, “algún día me voy a ir de casa”).
Es muy probable que pongan la pelota en tu tejado, es decir, te den la responsabilidad en todo momento y seas tu quien tome decisiones, de esta forma, si la decisión escogida no es la correcta, de nuevo, te culpabilizarán de ello.
Este victimismo constante puede atacar tu autoestima y hacer que adoptes una visión más negativa de ti mismo. Piensas que no lleva la razón, pero sus palabras casi siempre te hacen dudar hasta el punto que en algunas ocasiones terminas por pedir perdón por algo de lo que no te sientes responsable.
Cansancio emocional
Cuando la relación es asimétrica, es muy posible que uno de los miembros de la pareja dé más de lo que recibe, y esta posición extendida a lo largo del tiempo tiende a generar una gran fatiga emocional. Además de las discusiones frecuentes y la sensación de que nada llega a ser suficiente. Da igual como hagas o digas las cosas, que siempre va a haber algún comentario despectivo por su parte.
Exceso de control en una relación tóxica
Puede que llegue un momento en el que tu vida sea su vida, es decir, a medida que va pasando el tiempo en la relación, la persona tóxica adquiere mayor control de los pasos que das en tu día a día, incluso en algunas ocasiones, hasta el punto de investigar llamadas telefónicas, redes sociales, gastos, personas con las que quedas, etc., con el objetivo de intentar tomar decisiones sobre lo que haces.
Celos
Ese exceso de control, del que hablo anteriormente, va muy ligado al tema de los celos. Al final se trata de una persona muy insegura que siente la necesidad de tener bajo control al otro. Es muy posible que llegados a este punto, puedan aparecer enfados o prohibiciones por su parte cuando haces algo, por ejemplo, si sales con personas que no son de su agrado, fomenta una discusión tratando que el próximo día no vuelvas a quedar con dicha persona.
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